domingo, 21 de junio de 2009

Papá...

 

 
Posted by Picasa

Padre: lo único cierto
Es que tú no estás muerto.

Otros, tienen sus dioses, sus amigos lejanos;
Otros tienden las manos
Abiertas hacia verdes promesas imposibles,
Y esperan, recostados sobre la piedra dura
De la paciencia, el pan de la dicha futura
Y el agua de venturas risibles.
Están sobre el camino polvoriento
Deshojando sus preces en el viento;
Lamiendo las sandalias de las vírgenes,
Encendiéndoles velas a los santos
Y adulando una suerte de seres vengativos
A quienes, desde luego,
Les da lo mismo, en suma, ser amables o esquivos.
(eso, si es que conocen todos nuestros quebrantos)

Yo, no. Yo solo tengo
Tu sombra inteligente;
Tu sombra que vigila
Con atenta pupila
Todas las tempestades que rugen tras mi frente;
Tu sombra, que me enseña las sendas de mi Senda;
La que lleva mi potro cerrero de la brida;
La que acampa conmigo después junto a mi tienda
Y mis camellos y tesoros cuida.

Quizás no sepas, padre, que cuando tú partiste
Yo empezaba a ser triste.
Ya estaba frente al vasto pizarrón de las cosas
Con su sistema de ecuaciones odiosas,
La tiza que me diste en la mano,
Y la frente fruncida,
Tratando de arrancarle, en vano,
Su incógnita a la Vida.
Pero yo sé que ahora me estás viendo, querido.
Sé que estás a mi lado,
Seguramente empeñado
En que recuperemos el tiempo perdido.

Por eso eres, padre, el único a quien pido.

Lo que yo quiero es esto:
(bien poco; ya tú sabes que siempre fui modesta)

Tú, que no duermes, vela mi pobrecito sueño
Tú, que eres fuerte, dame tu ayudita en la carga;
Tú que eres ágil sobre tu propia senda larga
Ponme fibras de amianto para mi duro empeño…

Hazme franco, sencillo, luminoso, risueño,
ya si el placer me añina, ya si el dolor me embarga
vierte tu miel de abejas sobre mi copa amarga
¡Y sobre todo, padre, hazme mi propio dueño!

Tenme siempre a tu lado como antes me tenías
Disimula mis faltas, vibra en mis alegrías,
Cuida que nos dure para siempre mamá…

Envuélveme en ti mismo, ya que no puedo verte,
Y espérame en la hora confusa de la muerte
Para que me acompañes…
¡Hasta luego, papá…!


Nicolás Guillén

11 comentarios:

aapayés dijo...

Muy sentido. y hermoso poema..

Saludos fraternos con cariño
un abrazo

besos

Camarandante dijo...

...y yo te mando un fuerte abrazo, niña.

ana. dijo...

Marù: esta mañana encontré estas cajitas, prolijamente armadas con esos trocitos de cartón, reflejo de esa paciencia infinita que caracterizaba al viejo - a veces ;)- que se habían convertido en objeto de deseo para nuestros juegos.

No supe que escribir. No lo sé tampoco ahora.

Compartamos la evocación del último día del padre que pasamos juntos ¿te acordás? fué maravilloso! Ese arrollado que habíamos preparado para el almuerzo con una cara dibujada y esa zanahoria por naríz. Y la torta??? jajajjajaja...vos tratando de enseñarme a usar esa manga con crema que a mi se me desparramaba por todos lados, intentando escribir "te queremos, papá". Despues del almuerzo cantamos tantos tangos!!! bueno...vos y el...yo acompañaba y papá mentía..."parece que ahora está cantando mejor hijita" :(
Las fotos, los regalos, los besos, los abrazos...el paseo bajo el cielo de Italó. Fué maravilloso haberlo vivido. Celebremos, entonces, ese día mi amor y tantos otros días en los que tuvimos la dicha de abrazarlo.

TE AMO, HERMANITA.

Aretusa dijo...

Sin palabras.....
me quedé sin palabras.

Anónimo dijo...

Esta poesía es preciosa, gracias por enseñársela a los que no la conocíamos. Tu padre debió ser una de esas personas de las que nunca tenemos bastante, siempre queremos más, da lo mismo qué edad porque queremos más. Y queremos más piel, más voz y siempre sus manos; siempre les queremos más.

No me dejan para nada indiferente las dos fotos de las cajas con piezas de reloj. Me imaginé a mi hija mirando mi caja de motores eléctricos y mi caja clasificadora con resistencias, transistores, condensadores, y en uno de los apartados, los muñequitos de plastilina que ella hizo cuando era tan pequeña. Cómo el corazón de mi pequeña caja de plástico, tan artificial, tiene un enorme latido humano de plastilina infantil.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Se me olvidaba mencionar lo curioso que me resultó ver el espacio que contiene -al menos- una esfera de reloj. El lugar donde se marca el tiempo, queda como tras un velo, con un fino papel que deja intuir lo difuso de su significado.

Meri Pas Blanquer (Carmen Pascual) dijo...

Conmovedor sienpre que nos traes el recuerdo de tu papá..siempe me emociono mucho, quizá me trae también recuerdos del mió, y me siento a tu lado y enternecida de forma extraordinaria.

Me gusta mucho que compartas esas pequeñas cosas, que suponen realmente un mundo entero..

Un abrazo muy cariñoso amiga!!

Tony dijo...

PRECIOSO QUE DELICADAS PALABRAS...FELICIDADES

Unknown dijo...

En "Aquí nos vemos", del escritor inglés John Berger, el protagonista encuentra a su mamá -que había muerto hace años- en un paseo de compras en Lisboa. Descubre entonces que los que mueren se van a vivir en realidad a aquellos lugares o paises que soñaron en vida...es una hermosa ilusión que no lograr descalificar ni la filosofía cuántica (su teoría de las 8 dimensiones), ni la psicología tradicional cuando habla del sueño, el delirio o trata de explicarse lo holográfico. Yo creo que mi viejito Pedro anda por Vimianzo, en su Galicia; y que tu viejito seguro anda en Buenos Aires empachándose de buenos tangos. Parece que la muerte es solamente un truco del Universo.
Pero el poema de Guillén es una maravilla...como tu alma, Marú querida.
MNuchos besos, hermanita!

ANa dijo...

Holas me encanto la fotografia
y el poema
vagando por tu blog :D
me gustooo
saludos

Anónimo dijo...

Ay María, si supieras la controversia sentimental que me provoca Guillén, amo algunas de sus poesías especialmente las que tratan sobre “negritos” (como su nana para dormir a un negrito) y otras me causan cierto dolor, pero sería largo de explicar porque rondan temas políticos y éstos no son de mi agrado.
Me gusta la que seleccionaste, es triste y con esa imagen en sepia forman un conjunto precioso. Cualquiera, que no lea esta entrada, podría observar esas piezas y ver sólo tuercas o tornillos, pero después de leerla vería una obra maravillosa dado el contenido del mismo. Hay detalles que nos resultan tan queridos.
Perdóname que me haya extendido, pero me gusta hablar.
Un beso