martes, 1 de julio de 2008

La luna...


La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía.
Un pedazo deluna en el bolsillo
es mejor amuleto que la pata de conejo
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir.
Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas.

JAIME SABINES

3 comentarios:

ana. dijo...

que preciosa!!!bien podría estar dedicada a Paula y su Lunita esta foto. El poema es hermoso, alguna vez se lo regalé a Pau.
Ya sabés que no se nada de técnica, sin embargo mis sensaciones me dicen que es una toma maravillosa, un cielo conocido, también...

María de los Ángeles dijo...

Gracias, Anita. Yo también pensé en Paula y su Lunita cuando la subí.
Ya sabés lo que pienso de la técnica...Adoro la luna, pero (por falta de técnica o falta de equipo) no sabés lo que me cuesta hacerle un retrato...!
:(

Anónimo dijo...

Es un retrato más que hermoso, María, de nuestra luna de plata.

Gracias por dedicarme esta foto chicas, son hermosas!!!

El texto de Sabines, efectivamente, Ana me lo regaló el año pasado. Lo tengo impreso y pegado en un cuaderno de escritos que ofició de diario íntimo en días en que no fui feliz. Cuando ya no sabía qué más decir, pegaba algún texto que me pudiera gratificar, llenar un poquito de luz las grietas de mis frustraciones y tristezas. Y ahí estaba ese escrito maravilloso que me abrazó el alma.

Me prometí enseñárselo a Luna cuando sea grande. Para que sepa que cuando uno toca fondo, así como dice Serrat, "de ahí en adelante sólo cabe ir mejorando". Y que siempre hay que animarse a refugiarse en las pequeñas cosas, como por ejemplo un poema, una imagen. Y más si te lo regaló un amigo. Cuánto salvan esas cosas, pocos podemos entenderlo, no?

Qué suerte que nos encontramos chicas, qué suerte.